Guía de las plantas mas indicadas para hostelería
Las plantas aportan mucho más que color y vida a un local. Descubre todas sus bondades.
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Artículo escrito por: Rentabilibar.
20-12-2019
Las plantas dan mucho y exigen poco a cambio. Solo necesitan que se les proporcione la cantidad de agua y de luz adecuados en cada caso para desarrollar todo su potencial. Porque no solo decoran y dan “calor de hogar”; también aportan enormes beneficios para la salud de quien convive con ellas.
Utilizadas con estilo en un local —y con conocimiento, sabiendo qué tipo de plantas podrían funcionar según las condiciones de luz en cada caso —ayudan a crear un ambiente acogedor. Hacen del espacio un lugar más confortable, en el que apetece pasar tiempo. Porque sus bondades se dejan notar no solo en el aire que se respira; también en el estado emocional de las personas.
Las bondades de las plantas
Llenar un local de plantas es llenarlo de vida; literalmente. Aportar oxígeno es su principal función durante el día, pero no la única. Son purificadoras naturales del aire, porque absorben todo tipo de toxinas y contaminantes (como el formaldehído, un alérgeno presente en innumerables objetos de la vida cotidiana) así como el polvo.
Pero no solo absorben contaminación ambiental; son capaces, incluso, de reducir la contaminación acústica, actuando como barrera. También el frío y el calor, porque funcionan como reguladoras térmicas. De ahí que sean tendencia —dentro de la arquitectura sostenible o ecológica— los edificios con jardines verticales.
No olvidamos sus posibilidades decorativas y su capacidad para convertir un rincón vacío en un punto de luz y de vida. Ni tampoco sus efectos emocionales en los clientes, de serenidad, de reducción del estrés. El portal de arquitectura y decoración Homify reconoce como tendencia de diseño en los bares españoles el uso de plantas en general. Una “moda” de sobra justificada, afirman, teniendo en cuenta lo que estas dicen del espacio, y de quienes lo dirigen:
“Las plantas nos invitan a pensar que el dueño del lugar es una persona cuidadosa que se preocupa por mantenerlas. Nos dan sensación de tranquilidad y fomentan sensaciones positivas en los clientes”.
Seleccionamos diez especies que, por sus “poderes”, sus características y necesidades pueden funcionar bien en cualquier local y transformarlo en un oasis de paz.
Violetas africanas
Pequeñas y coquetas, perfectas para adornar las mesas. Llaman la atención por el intenso y brillante color de sus flores —no siempre moradas, varía según la especie— presentes todo el año. Necesitan una zona con cierta luminosidad para crecer, si bien no se deben exponer a la luz directamente, como explican en el blog especializado Jardinatis, de Hogarmanía. También enseñan a conseguir esquejes para seguir aumentando la familia.
Drácenas
La Drácena (y toda la familia de las Dracaenas) está en el ‘top’ de las plantas más agradecidas. Además de ser parte de esas mitificadas “plantas de la felicidad” está entre las especies con mayor poder purificador del aire.
La familia de las Dracaenas es muy numerosa, pero una de las más populares es la Dracaena marginata, una especie de mini-palmera que puede llegar a alcanzar una altura considerable. Una superviviente nata que se adapta a interiores incluso con poca luz. Apenas requiere riego (solo cuando la tierra esté seca) y presenta diferentes coloraciones en sus hojas (bicolor, tricolor…).
Poto
Son algo más que plantas colgantes: son flexibles. Cuando los tallos son lo suficientemente largos, pueden ser dirigidos para adaptarse a cualquier silueta o recorrido. Como requieren luz indirecta, encontrarles un lugar no es complicado, ni siquiera en locales que no sean especialmente luminosos.
Tan resistentes y versátiles que pueden vivir en un recipiente con agua. Si es transparente para asistir al espectáculo de las raíces retorciéndose caprichosamente para adaptarse al espacio, mejor.
Monstera deliciosa
También conocida por otro no menos curioso nombre: Costilla de Adán. Estas “bíblicas” plantas selváticas si se encuentran agusto, pueden llegar a ser grandiosos ejemplares. Si se trata de llenar un gran espacio, o de separar ambientes, es la más adecuada. Lo mejor: es casi inmune a las plagas más comunes entre las plantas, como la araña roja o la mosca blanca, como explican en este blog especializado.
Tronco del Brasil
Además de pertenecer a la “liga de las superpurificadoras” de aire, es una de las muchas Dracaenas que se pueden encontrar en el mundo. De hecho, su nombre completo es Dracaena fragans Massageana. Puede llegar a los dos metros de altura por lo es una buena elección para locales más grandes y a los que les falte esa naturaleza acogedora, precisamente por el exceso de espacio.
Espatifilo
Son una buena solución para lucir en un interior. Son especialmente bonitas, gracias a esa flor blanca que les asemeja a los lirios (de hecho, se conocen como Lirio de paz). Y adaptables, porque sobreviven en lugares sombríos, pero responden bien a la luz, especialmente en invierno. Aunque, como toda planta que florece, agradece un buen abono desde la primavera al otoño. Y si, además, se le dedica un tiempo a limpiar sus hojas, serán deslumbrantes.
Bromelias
Si hay una planta polifacética en esta lista esa es la bromelia. Crece por igual en interior y exterior, adaptándose a las circunstancias. Aunque tiene sus preferencias: le gusta la calidez —por su origen tropical—, la luz no directa, y una constante humedad. Si se le proporcionan estos caprichos, podrán florecer año tras año, llenando de color (las hay con flores rojas, rosas, naranjas, moradas…) un espacio interior, o alegrando la entrada desde el exterior.
Helechos
Los Helechos poseen muchas virtudes, a cuál más destacable. Quizás el hecho de que absorben el exceso de humedad del ambiente. Que sean auténticas devoradoras de toxinas como el formaldehído y el xileno. O que crezcan bien en zonas muy poco luminosas. Incluso en los baños, en el caso del Helecho culantrillo.
Requieren ciertos mimos, como asegurarle humedad ambiental. En este vídeo, el jardinero Íñigo Segurola explica un truco genial para conseguirlo.
Suculentas
Las suculentas —o crasas— son, quizás, las más fáciles de cuidar. Incluso para alguien con poca mano para las plantas. Porque apenas necesitan agua. Eso sí, se les ha de procurar la zona más luminosa del lugar.
Si están presentes en esta selección es por su llamativa estética: adoptan infinitas formas y colores. Pueden llegar a ser grandes o apenas una miniatura con la que crear fascinantes terrarios, uno de los muchos proyectos DIY con los que darle calor y color a un local.
Colgantes
Las plantas colgantes como las diferentes especies de Columnea lo ponen fácil, ya que muchas son capaces de crecer allí donde apenas hay luz. Pero además suman puntos con su potencial estilístico. Son ideales para caer en cascada desde el punto más alto de un mueble o para dejar que cuelguen en macetas fijadas al techo.
Porque, gracias a esa extraña forma de crecer hacia abajo, logran un llamativo efecto cortina que genera aún mayor sensación de naturaleza a un espacio cerrado y urbano, como un bar.
“Las plantas son purificadoras naturales del aire, porque absorben todo tipo de toxinas y contaminantes”.
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