Ideas para guarniciones que incorporar a tu carta

Sucede con más frecuencia de la que nos gustaría que las patatas fritas y las ensaladas de bolsa acompañadas de dos tomates Cherry algo tristes parecen ser las únicas guarniciones posibles para completar los platos de muchos negocios hosteleros en los que se da de comer, ya sea de mediodía o de noche.

Desde las casas de comidas de barrio que sirven menú del día o disponen de una carta de platos, pasando por los platos combinados que ofrecen algunos bares y, por supuesto, también en restaurantes a los que se presupone un mayor nivel de calidad en ambas opciones, ya sea ensalada o patatas, pero que igualmente no han innovado en lo que a guarniciones se refiere.

Pasan los años y, con ellos, las tendencias y modas en cocina y, salvo excepciones, este dúo clásico para acompañar otras elaboraciones principales parece inalterable. Por eso, desde Rentabilibar, queremos proponer algunas ideas que inspiren otras opciones para las guarniciones, para que encuentres la que mejor encaja con tu oferta y puedas incluirla en tu carta.

¿Qué es una guarnición?

Puesto que el orden es ley… comencemos por el principio. ¿Qué es exactamente una guarnición? Por definición, consultando la Real Academia Española (RAE), encontramos que, en la segunda acepción del término “guarnición”, este se define como un “aditamento, generalmente de hortalizas, legumbres, etc. que se sirve con la carne o pescado”.

Sabemos que una guarnición es, además, un acompañamiento y para ampliar la idea recurrimos a considerar este término, “acompañamiento”, como sinónimo de guarnición. En el mismo diccionario de la RAE, en la cuarta acepción de esta palabra, el acompañamiento se define como “alimento o conjunto de alimentos presentados como complementos de un plato principal”.

De lo anterior podemos extraer que:

1. La guarnición o acompañamiento se encuentran en un segundo lugar de protagonismo, tanto en sabor como en cantidad.
2. La guarnición o acompañamiento siempre se sirven completando otra elaboración, ya sea carne, pescado o plato principal. Es una elaboración que se suma al principal, no lo sustituye.
3. La guarnición o acompañamiento pueden estar elaboradops con un ingrediente o con más de un ingrediente.
4. La guarnición o acompañamiento puede sumarse a la decoración o emplatado, pudiendo tener fines estéticos además de nutritivos.

Tipos de guarniciones

Así como otras culturas gastronómicas tienen asociada la guarnición a una elección, que forma parte de la carta como lo hacen los platos, siendo el cliente quien elige cómo va a acompañar su plato principal. Muchas veces las guarniciones que vienen incluidas y otras muchas, la guarniciones se pueden pedir por fuera del plato, añadiendo más de una opción entre las ofertadas (pudiendo sumar su precio al del plato inicial).

En España es común que tanto la elaboración principal como su guarnición se sirvan juntas y sin ofrecer una alternativa. Es decir, cada plato tiene asignada su guarnición y el cliente no siempre puede elegir entre varias opciones.

Sin embargo, está claro que esta no es la única forma de hacerlo y que, en la medida de lo posible, si podemos ofrecer más de una opción a nuestro cliente, siempre podemos dejar en sus manos elegir con qué prefiere acompañar su plato principal.

En cualquier caso, casi cualquier ingrediente puede convertirse en una guarnición o acompañamiento y, como decíamos al principio de este artículo, nuestro objetivo es ampliar la variedad de ideas para vuestros negocios.

Guarniciones con patatas y otros tubérculos

Las patatas son un ingrediente super versátil a la hora de preparar guarniciones. Lo lógico, en este caso, es que acompañen platos que no sean, precisamente, guisos de patatas, tortilla de patatas, etc. en los que estas ya son protagonistas.

Además de las populares patatas fritas, puedes ofrecer otro tipo de preparación con este mismo ingrediente en versiones con menos calorías, más ligeras y que funcionan igualmente bien con carnes, pescados, platos de verduras… Algunas de las posibilidades son:

• Patatas a la panadera
• Patatas asadas, enteras o en gajos, acompañadas de hierbas aromáticas
• Patatas al ajo y limón
• Patatas duquesa
• Patatas hazzelback
• Puré de patata clásico
• Parmentier de patata

Si amplías el horizonte a otros tubérculos, ¡ganarás en guarniciones! Combinadas con patata, entre ellas, o de manera independiente, puedes probar con la yuca, el boniato o batata, la zanahoria, la remolacha, la chirivía, el nabo o el rábano.

Guarniciones con verduras y legumbres

En esta categoría, que funciona como acompañamiento de casi cualquier tipo de plato principal que podamos imaginar, diferenciaremos entre verduras en crudo y verduras a las que hemos sometido a algún tipo de elaboración con temperatura.

Entre las primeras, las clásicas “crudités”, es decir, verduras que pueden servirse lavadas, peladas, cortadas y sin aliñar, o las ensaladas, que unen a sus ingredientes principales un aliño.

• Aquí será fundamental ofrecer opciones que se salgan de la ensalada de lechuga y tomate, aunque, si estos son de calidad, pueden ser un gran acompañamiento.
  
  Abramos aquí las opciones a combinar otros tipos de hoja verde (canónigos, espinacas, rúcula…) no son con hortalizas y vegetales, ¡también con frutas de temporada o con legumbres! Especialmente en los meses de calor, busca aliños frescos, cítricos, refrescantes, que hagan liviana la elaboración final.
  
  
• Si vamos a elaborar la guarnición de verdura empleando temperatura, las opciones son muchas.
  
  Para hornear o asar, son fantásticos los pimientos, la berenjena, el calabacín, la cebolla, la calabaza…
  
  Si cocemos, brócoli, judías verdes, bimi o coliflor pueden ser buenas opciones y, por supuesto, podemos freír, por ejemplo, si elaboramos alcachofas.
  
  Salteando podemos jugar con espárragos trigueros, espinacas, tirabeques o con cualquier mix de verdura que funcione bien entre sí.
  
  Además, siempre está la opción de preparar un pisto y emplearlo de acompañante en lugar de como plato principal.
  
  

Siempre que el principal no sea ya un plato de legumbre, otra opción es incluir estas en la guarnición. Por ejemplo, en una ensalada fría o acompañando a unas verduras en crudo y en bastoncitos, si las convertimos en una crema untable tipo hummus, que se elabora con garbanzo y al que se puede incorporar casi cualquier verdura, o elaborando con lentejas o alubias, por ejemplo, hasta conseguir ese tipo de elaboración de “paté” vegetal.

Guarniciones con arroz, cous cous y bulgur

Los acompañamientos elaborados con arroz, cous cous o bulgur funcionan muy bien tanto con pescados o carnes como con platos de verdura o de legumbres a los que queramos añadir consistencia.

Más allá del arroz basmati que acompaña todo tipo de guisos y platos en la cocina india, muy asociado a los currys, podemos elaborar guarniciones empleando cualquier tipo de arroz, bulgur o cous cous, en blanco, si el pescado o carne lleva alguna salsa que vaya a impregnarlos, en pequeñas ensaladas, mezclado con verduras y hortalizas, aromatizándolo y acompañándolo de pasas y nueces…

Esperamos que esta selección de guarniciones os haya aportado ideas nuevas para incorporar en vuestros negocios hosteleros para ampliar la variedad y originalidad de vuestra oferta.