Tan importante (o más) como la aptitud es la actitud. En el caso del hostelero, la actitud sanamente ambiciosa, que le mueve a intentar alcanzar la excelencia. O, al menos, a trabajar duro por ello. Lograrlo no es tan difícil como puede parecer a priori. Solo hay que aplicar algunas medidas, como las 10 que se proponen en este útil ebook.
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